El pisco chileno está cada vez más cerca de ser reconocido como patrimonio mundial ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO. Distinción que podría resaltar la herencia nacional e impulsar la industria pisquera.
Pero, ¿cómo ocurrió esto? Hace un par de días, autoridades del ejecutivo y la asociación de productores de la bebida espirituosa lograron ingresar el paisaje vitivinícola chileno a la lista tentativa del patrimonio cultural del organismo, un paso clave para obtener dicho reconocimiento.
Sin embargo, tras este logro, todavía quedan pasos importantes, pues en las próximas semanas, el proceso continúa con la elaboración de un informe con las especificaciones culturales y naturales de los pasajes relacionados con la industria del pisco local, como, por ejemplo, los valles del Elqui y Limarí en la región de Coquimbo.
Una vez completado, el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO evaluará y determinará su inscripción inmediata, con observaciones o un eventual rechazo, todo esto en un plazo que podría tomar entre 2 y 3 años para su distinción final.
Al respecto, la ministra de Cultura, Carolina Arredondo, indicó que "este es un paso muy importante para que el organismo internacional acoja esta solicitud. Vienen años de trabajo entre el sector público y privado que dan cuenta de una política de Estado".
Según datos de la Dirección General de Promoción de Exportaciones, Pro Chile, entre enero y noviembre de 2024, el pisco nacional generó más de 4 mil millones de pesos en exportaciones, principalmente en mercados como Estados Unidos, Brasil, Alemania, Canadá, Francia y China.